Tren de medianoche a Budapest
Salimos en direccion a Baden Baden para tomar el vuelo a Budapest. Todo parecia bien, las ni~as iban tranquilas - bien portadas. El paseo en tren era perfecto hasta que llegamos a la terminal de camiones de la estacion del tren: huelga general de los camioneros de Baden Baden! Tomamos un taxi al aeropuerto y ahi sucedio el cambio de planes.
La bebe no podia viajar con su visa de residente, necesitaba su pasaporte, y aun no lo teniamos! Teniamos todo comprado, todo pagado y a los amigos que vinieron de visita esperando. Mi boca se abrio y dijo: "Nosotras nos vamos en tren!" Uff, despues mi cerebro comenzo a pensar pero no se dio cuenta de la odisea por la que pasariamos la bebe y yo.
En el mostrador de informacion la persona encargada nos encontro el mejor itinerario para llegar a nuestro destino, claro que implicaba viajar en tren a medianoche.
El trayecto a Karlsruhe fue extra~o solo eramos la bebe y yo en el camion, y el camionero era un enojon, nos envio a la parte de atras. Casi para llegar a la estacion freno de una manera intempestiva, que si no fuera por que traia a la bebe en el cargador salimos volando.
Ya en la estacion fui a comprar el boleto y la bebe no dejo de llorar, era casi imposible hacer que se calmara pues los colocos de los que sufre no la dejaban en paz. Finalmente logramos comprar el boleto a Munich y el de ahi a Budapest. Salimos a explorar un poco de Karlsruhe. Frente a la estacion del tren esta el zoologico y la entrada al castillo y los jardines, pense que era una buena forma de pasear a la bebe y de dejar pasar el tiempo, pero el hambre de la bebe y el amamantarla consumio casi todo nuestro tiempo, dejando solo un instante para comer y subirnos al tren.
Al fin en la plataforma vi en la pantalla un letrero de que el tren estaba retrasado unos minutos, y el anden estaba lleno de gente. Supuse que la entrada al tren iba a ser complicada, pero fue peor de lo que imagine. La gente se avalanzo sobre las peque~as puertas y los vagones iban llenos que no cabia un alfiler. Finalmente despues de caminar cuatro vagones encontre un lugar cerca del maletero que tenia una banca y una mesa peque~a. Me logre sentar y bajar a la bebe a la mesa para que se estirara. Viajamos asi por mas de una hora.
Al llegar a Stuttgart, la gente se empezo a bajar y dejo mucho espacio libre. Buscamos un lugar para las dos y pudimos descansar un poco. Mis alergias me estaban literalmente matando, pero el estar sentadas en un lugar seguro hizo una gran diferencia.
Munich estaba a la vista. Nos preparamos para bajar y buscar un lugar donde resguardarnos en la estacion hasta que saliera nuestro tren a Budapest. Encontamos un supermercado abierto, compre lo necesario para asearnos y tenre agua para nuestro viaje. La gente en la estacion se veia extra~a y todo era lugubre en la obsscuridad de la noche. Con la peque~a en brazos empece a sentir algo de temor lo que me hizo buscar algun lugar dodne resguardarnos pues la tienda la cerraban a las 10. Encontre una cafeteria cerca del anden del que partiria nuestro tren. Entramos y fue un peque~o respiro. Cerraban una hora despues y nos daba tiempo de tomar algo, darle de comer a la bebe y jugar con ella.
El tiempo volo, y en menos de lo que pense estaban recogiendo las mesas a punto de cerra. Salimos y buscamos un ba~o para hacer tiempo. Que complicado es no tener quien te cuide al bebe en lo que se va al ba~o, pero la necesidad y el cargador lo hicieron posible. Regresamos al anden y milagrosamente estaba el tren. Respire, y encontre al encargtado el cual nos llevo a nuestro dormitorio.
Entramos y cerre la puerta con seguro. Suspire y senti seguridad. La cama era muy estrecha - cabe decir que es la primera vez que paso una noche en un tren - y la bebe tomaba todo el espacio. Pero eso no nos limito en descubir la forma de dormir juntas. Logre tener paz.
El tren partio a la medianoche y comenzo el trayecto a nuestro destino final.
La noche fue larga con etapas de insomnio y de sue~os extra~os. El vaiven del tren me arruyaba y a veces no me dejaba olvidar que estabamos en un tren...en un tren a medianoche.
La bebe no podia viajar con su visa de residente, necesitaba su pasaporte, y aun no lo teniamos! Teniamos todo comprado, todo pagado y a los amigos que vinieron de visita esperando. Mi boca se abrio y dijo: "Nosotras nos vamos en tren!" Uff, despues mi cerebro comenzo a pensar pero no se dio cuenta de la odisea por la que pasariamos la bebe y yo.
En el mostrador de informacion la persona encargada nos encontro el mejor itinerario para llegar a nuestro destino, claro que implicaba viajar en tren a medianoche.
El trayecto a Karlsruhe fue extra~o solo eramos la bebe y yo en el camion, y el camionero era un enojon, nos envio a la parte de atras. Casi para llegar a la estacion freno de una manera intempestiva, que si no fuera por que traia a la bebe en el cargador salimos volando.
Ya en la estacion fui a comprar el boleto y la bebe no dejo de llorar, era casi imposible hacer que se calmara pues los colocos de los que sufre no la dejaban en paz. Finalmente logramos comprar el boleto a Munich y el de ahi a Budapest. Salimos a explorar un poco de Karlsruhe. Frente a la estacion del tren esta el zoologico y la entrada al castillo y los jardines, pense que era una buena forma de pasear a la bebe y de dejar pasar el tiempo, pero el hambre de la bebe y el amamantarla consumio casi todo nuestro tiempo, dejando solo un instante para comer y subirnos al tren.
Al fin en la plataforma vi en la pantalla un letrero de que el tren estaba retrasado unos minutos, y el anden estaba lleno de gente. Supuse que la entrada al tren iba a ser complicada, pero fue peor de lo que imagine. La gente se avalanzo sobre las peque~as puertas y los vagones iban llenos que no cabia un alfiler. Finalmente despues de caminar cuatro vagones encontre un lugar cerca del maletero que tenia una banca y una mesa peque~a. Me logre sentar y bajar a la bebe a la mesa para que se estirara. Viajamos asi por mas de una hora.
Al llegar a Stuttgart, la gente se empezo a bajar y dejo mucho espacio libre. Buscamos un lugar para las dos y pudimos descansar un poco. Mis alergias me estaban literalmente matando, pero el estar sentadas en un lugar seguro hizo una gran diferencia.
Munich estaba a la vista. Nos preparamos para bajar y buscar un lugar donde resguardarnos en la estacion hasta que saliera nuestro tren a Budapest. Encontamos un supermercado abierto, compre lo necesario para asearnos y tenre agua para nuestro viaje. La gente en la estacion se veia extra~a y todo era lugubre en la obsscuridad de la noche. Con la peque~a en brazos empece a sentir algo de temor lo que me hizo buscar algun lugar dodne resguardarnos pues la tienda la cerraban a las 10. Encontre una cafeteria cerca del anden del que partiria nuestro tren. Entramos y fue un peque~o respiro. Cerraban una hora despues y nos daba tiempo de tomar algo, darle de comer a la bebe y jugar con ella.
El tiempo volo, y en menos de lo que pense estaban recogiendo las mesas a punto de cerra. Salimos y buscamos un ba~o para hacer tiempo. Que complicado es no tener quien te cuide al bebe en lo que se va al ba~o, pero la necesidad y el cargador lo hicieron posible. Regresamos al anden y milagrosamente estaba el tren. Respire, y encontre al encargtado el cual nos llevo a nuestro dormitorio.
Entramos y cerre la puerta con seguro. Suspire y senti seguridad. La cama era muy estrecha - cabe decir que es la primera vez que paso una noche en un tren - y la bebe tomaba todo el espacio. Pero eso no nos limito en descubir la forma de dormir juntas. Logre tener paz.
El tren partio a la medianoche y comenzo el trayecto a nuestro destino final.
La noche fue larga con etapas de insomnio y de sue~os extra~os. El vaiven del tren me arruyaba y a veces no me dejaba olvidar que estabamos en un tren...en un tren a medianoche.
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